Sin aviso previo, sin tener en cuenta la presencia de niños y niñas
en el lugar, sin mediar negociación y sin ofrecer alternativa alguna....
el Estado intentó desalojar a un grupo de más de 250 familias que se
encuentran ocupando un terreno abandonado. Desocupado desde siempre, sin
alambrar, que nadie usa y al que solo necesitan quienes hoy fueron
violentados.
Las topadoras llegaron hasta 515 y 155 y tiraron
abajajo las casillas construidas por las y los vecinos del Barrio Las
Rosas, en Romero. Hubo un menor detenido, un juez desalojador serial
interviniendo y la necesidad de vivienda digna estallando en los
márgenes de una ciudad injusta, que premia al estafador inmobiliario y
castiga al que trabaja para mantenerla en pié todos los días.
Nuestro Movimiento acompaña esta lucha y se solidariza con las y los vecinos de Las Rosas!
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